AMAZONAS: GUERRERAS DE LA ANTIGÜEDAD

Batalla de las Amazonas. Rubens

Mi blog lleva el nombre de la valerosa Amazona Pentesilea, quien se enfrentó en la guerra de Troya al mejor de todos los héroes, Aquiles. De ella y de su pueblo os dejo estas líneas.


Aunque se tienen noticias de las sociedades matriarcales durante épocas anteriores, la leyenda de las Amazonas es uno de los primeros referentes en las fuentes escritas de mujeres en libertad, dueñas de sus propios destinos, sin participación de los hombres en su gobierno y con un marcado carácter de superioridad frente al sexo masculino.

El tema arranca de la antigüedad clásica: se habla de ellas en los Poemas homéricos y en el relato de los Argonautas.
Las Amazonas, según la mitología, eran un grupo de mujeres guerreras de Capadocia que formaban un estado en el que los hombres no eran admitidos. Su capital era Temiscira. Eran descendientes del dios de la guerra Ares y de Harmonía. Adoraban a la diosa de la caza Ártemis. Una vez al año se unían a los gargareos, sus vecinos. De los hijos que les nacían, no dejaban con vida más quea las niñas, que eran iniciadas en la caza y en la guerra.

Llevaban un escudo en forma de media luna y se mutilaban la mama derecha para tirar mejor con el arco. La leyenda sobre la basectomización de uno de sus pechos no parece estar muy bien contrastada. De hecho, en casi todos los relieves y esculturas en los que aparecen, no se observa este tipo de amputación.


Diversas leyendas cuentan los combates sostenidos por los héroes griegos contra estas extranjeras: por Belerofonte, cumpliendo una orden de Yóbates; por Heracles, que recibió de Euristeo la misión de ir a las márgenes del río Termodonte, en Capadocia, a apoderarse del cinturón de Hipólita, reina de las Amazonas; pero Hera, celosa del héroe, provocó una rebelión entre las Amazonas y Heracles tuvo que matar a Hipólita.Heracles se enfrenta a la Amazona Hipólita. Cerámica de figuras negras

Pero entre todas sus soberanas, destacó en belleza y valentía en el combate Pentesilea, hija de Ares y de Otrere. Acudió a la guerra de Troya en auxilio del rey Príamo con un contingente de Amazonas. Su aparición en el escenario bélico se produce en un momento crítico para ambos contendientes debido a la pérdida de sus héroes más importantes: Héctor, Patroclo,...

Nos cuenta Quinto de Esmirna que la llegada de las Amazonas infundió nuevas energías a los troyanos, que retomaron pronto el combate ante los sorprendidos griegos. Los aqueos buscaron con fiereza el exterminio de sus terribles enemigas: Clonia y Brenusa serían sus primeras víctimas. Pentesilea quiso vengarlas enfrentándose al mejor de los guerreros griegos: Aquiles. Protagonizando sentimientos de admiración y odio, de amor y rivalidad, vivieron Pentesilea y Aquiles el sitio de Troya.
Ánfora de figuras negras. La cerámica recoge el momento en que Aquiles atraviesa el cuello de Pentesilea con su lanza, mientras le mira el rostro, dándose cuenta, cuando ya la ha herido de muerte, de que es una mujer.


Ante sus murallas, frente al mar, contemplaron los guerreros el singular combate. La magia de la coraza de Aquiles le hacía invulnerable a las lanzadas de la Reina, comprendió entonces Pentesilea que su fin estaba próximo. No tardó en sucumbir a manos de Aquiles, sin embargo, ella logró una victoria simbólica sobre el caudillo aqueo con el arma de su belleza, pues cuando Aquiles descubrió el rostro, quedó deslumbrado por su hermosura y se enamoró de ella estando ya muerta. Permaneció horas abrazado a su cadáver, recordando una y otra vez sus últimas palabras, las que dijera cuando, ya con su herida mortal, la recogió entre sus brazos; las que apenas le susurró sin dejar de mirarlo, cuando comprendió que por fin se habían encontrado: " Quiero vivir ".